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Mostrando entradas de 2015

Sobre mitos, símbolos y discursos políticos en la transición presidencial argentina.

Cristina Fernández de Kirchner deja el poder el 10 de diciembre, es un hecho. Sin embargo el discurso que la empoderó y posiciono en el eje de las discusiones, a favor y en contra, no se termina por un pase de banda presidencial y bastón. En estos 12 años asistimos a la creación y profundización de un mito/discurso que mas allá de las conquistas tanto materiales como simbólicas, re constituyo nuestras identidades políticas, que antaño fueron disueltas en la crisis socio-económica y política que tuvo su cenit en el 2001, arrasando con todo un paradigma de entender lo social, lo político y lo económico. En estos últimos años la lógica amigo/enemigo que atravesó a toda la sociedad, si bien es cierto a distintos niveles y formas, fue plasmada en la formula Kirchnerismo/Antikirchnerismo. Esta antinomia, sirvió de andamiaje simbólico a oficialismo y oposición a la hora de sumar bancas, adeptos y votos. Algunos podrán decir que un discurso tan corrosivo como este nos corrompe como sociedad

El discurso que viene (Apolítica: Gestión y dudas).

A poco más de 6 meses para que arranquen las elecciones tanto en CABA como a nivel nacional los distintos candidatos de cada uno de los distintos frentes/partidos comienzan a confeccionar discursos asesorados por sus equipos de marketing. Algunos más otros menos, en líneas generales he percibido que los 3 principales candidatos a la presidencia (Macri, Massa, Scioli) coinciden en apuntar a aspectos comunes en sus respectivos discursos que, desplazan el eje central de la decisión política soberana a un segundo plano y lo reemplazan por el término vedette del momento: La Gestión. La gestión no lo es todo, uno puede hablar de mejor gestión, por ejemplo, en una empresa. En cualquier caso, de ámbitos privados que arrojan ganancias y dividendos a ser asignados entre los dueños de la misma. Si bien el Estado también es eso, es secundario. Poner por encima del político al gestor argumentando por ejemplo que “El Estado tiene que estar al servicio de la gente y no de los intereses de l