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Entradas

Nestor y el chino.

Nestor el chino: Mao铆sta, Cumbiero y redentor.  Por Federico Casas. Corr铆a el a帽o 2002, la Argentina estaba sumergida en un per铆odo de crisis econ贸mico pol铆tico de tintes apocal铆pticos. El modelo de la convertibilidad hab铆a llegado a su fin y con 茅l, sus exponentes m谩s destacados puestos en la guillotina de un pueblo que sal铆a a la calle a manifestarse y a sac谩rselos de encima. La clase pol铆tica, el sector cuestionado, hasta entonces hab铆a intentado llevar las riendas del ahora vapuleado pa铆s, forjado sobre un endeble cimiento de pizza y champagne a costa del incremento de la exclusi贸n social y la marginalidad. Lo m谩s vivo de este fuego revolucionario ya hab铆a mostrado su pico m谩s alto en el mes de diciembre del 2001 y la gente poco a poco comenzaba a reacomodarse, de a poco y como pod铆a, dentro de una estructura social completamente despellejada, mutilada y cortada. Tambi茅n, es cierto que a pocos kil贸metros del centro de la Capital Federal esos fuegos revolucionarios a煤n ...

De animales, pr贸ceres y billetes.

Paso ya un tiempo desde que comenzaron a circular los nuevos billetes con figuras de animales reemplazando a los pr贸ceres de la patria. Aun as铆 poco se ha escrito sobre esto; sobre esta transformaci贸n operada sobre de los que a mi parecer es uno de los grandes s铆mbolos de soberan铆a, la moneda. Indagar a partir este gesto me resulta pertinente para detectar algunas pautas o principios que estructuran el paradigma  cambiemita  de gobierno.                 ¿A qu茅 se debe ese abandono de la historia, esa sustituci贸n de la figura del pr贸cer por la de un animal?; ¿Que proyecta este paradigma en la figura de los animales plasmada en nuestra moneda?.  Aqu铆 ensayo algunas respuestas provisorias, sin ciza帽a, solo con la intenci贸n de revolver el pensamiento cr铆tico.  En primer lugar podr铆amos postular que el gobierno asocia la historia con una mochila pesada de la que hace falta deshacerse...

[OFFTOPIC] Mi recital del Indio en Olavarria -12/03/2017-

Partimos desde Lomas de Zamora a eso de las 9 de la ma帽ana del s谩bado con la esperanza de llegar a Olavarr铆a para el mediod铆a. La ruta se prest贸 muy bien al principio, pocos autos y mucho entusiasmo por parte m铆a y de mis cuatro compa帽eros de viaje (2 amigos, mi hermana y mi cu帽ado). Llegando a Olavarr铆a, a unos 60 km de distancia, empez贸 la congesti贸n de autos que ser铆a la carta de presentaci贸n de lo que 铆bamos a vivir en breve. Terminamos arribando a las 17 horas. El cielo se ca铆a abajo, lluvias torrenciales y el camping con el que hab铆amos arreglado de palabra resulto un fiasco soberano: Se trataba de un predio a 7 km del predio donde tocar铆a el Indio a la noche y a 4 km del pueblo, de haber sido otro el clima y la circunstancia espacio-temporal (Cansancio + Lluvia) tal vez nos hubi茅semos quedado, pero no; decidimos escapar sin mediar palabra y nos fuimos para la ciudad, con la esperanza de encontrar o un camping m谩s cerca o en 煤ltima instancia volver derrotados al camping ...

¿De qui茅n es la calle?

La calle- por donde nos salimos de nuestras casas al mundo com煤n, p煤blico- no solo es un lugar de tr谩nsito, sino que tambi茅n all铆 se cocinan otras cosas, l贸gico, es all铆 donde nos encontramos con otros a los que la din谩mica propia del capitalismo les imprime una funci贸n a desempe帽ar (Comerciantes, Choferes de colectivos, Taxistas, Alumnos, Profesores, indigentes, asalariados, desempleados, Etc.). Esta mixtura propiamente heterog茅nea de la calle trae aparejada la condici贸n del conflicto, propia de la interacci贸n entre estos actores, cuyas funciones encuadradas no siempre encajan con sus aspiraciones o demandas a nivel colectivo. Este dialogo continuo entre estos actores y la calle trae aparejada adem谩s distintas visiones o interpretaciones sobre c贸mo debe ser esta 煤ltima, partiendo del axioma de que la calle es de todos y para todos . De este razonamiento, se pueden desprender al menos dos interpretaciones de a quien incluye o excluye estos “ todos”. Por un lado, una que cara...

La decisi贸n y la responsabilidad: Sobre los plebiscitos y liderazgos de hoy.

Carl Schmitt dec铆a que el soberano es aquel que decide sobre el estado de excepci贸n, es decir, aquel que est谩 llamado a resolver sobre aquellas situaciones a las que la ley como pr谩ctica constituyente de un orden no contempla,  o que son   ilegislables   en el sentido en que solo el soberano, con su poder de hacer la ley, puede decidir qu茅 hacer.  Lo que paso el 2 de octubre, parece sonar un poco a eso, pero en lugar de decidir, Santos confundi贸 una decisi贸n pol铆tica con una operaci贸n de imagen p煤blica. El valor de las decisiones pol铆ticas tiene un sustrato destacado en la responsabilidad que significa implementarlas, llevarlas a la praxis. Es importante destacar, y esto a riesgo de sonar antip谩tico, que en ciertas circunstancias, otros deben decidir por nosotros. En definitiva es para eso y no para otra cosa que se eligen representantes a los que la Constituci贸n les asigna una competencia con su correspondiente cuota de responsabilidad y los d...

La disputa de poder y el espacio publico. Desde Kirchner hacia Cambiemos.

Desde 2003 asistimos a una progresiva y constante directriz del Estado con respecto al uso del espacio p煤blico. Preso del mito que le dio origen y combustible a su posterior legitimaci贸n como gobierno del pueblo, sistem谩ticamente se habilito a la gran mayor铆a de las cuestiones socialmente problematizadas, plasmarse en las calles a trav茅s de piquetes. As铆, a lo largo de toda esta d茅cada, el espacio p煤blico como tal sufri贸 una mutaci贸n: Dejo de ser exclusivamente ese lugar de traslado de peatones y veh铆culos y se transformo en una arena de disputas pol铆ticas, un magma incandescentemente vivo que post 2001 parec铆a coherente y que conforme pasaron los a帽os comenz贸 a estancarse y volverse pesado, ilegitimo, cuestionable. Al dejar de reprimir la protesta social se vaci贸 de sentido a la misma, esto es en efecto una pol铆tica de Estado concreta, la no represi贸n. Ciertos sectores de la oposici贸n al gobierno, con el correr de los a帽os y con posibilidades reales y concretas de ganar una elecci...

Sobre mitos, s铆mbolos y discursos pol铆ticos en la transici贸n presidencial argentina.

Cristina Fern谩ndez de Kirchner deja el poder el 10 de diciembre, es un hecho. Sin embargo el discurso que la empoder贸 y posiciono en el eje de las discusiones, a favor y en contra, no se termina por un pase de banda presidencial y bast贸n. En estos 12 a帽os asistimos a la creaci贸n y profundizaci贸n de un mito/discurso que mas all谩 de las conquistas tanto materiales como simb贸licas, re constituyo nuestras identidades pol铆ticas, que anta帽o fueron disueltas en la crisis socio-econ贸mica y pol铆tica que tuvo su cenit en el 2001, arrasando con todo un paradigma de entender lo social, lo pol铆tico y lo econ贸mico. En estos 煤ltimos a帽os la l贸gica amigo/enemigo que atraves贸 a toda la sociedad, si bien es cierto a distintos niveles y formas, fue plasmada en la formula Kirchnerismo/Antikirchnerismo. Esta antinomia, sirvi贸 de andamiaje simb贸lico a oficialismo y oposici贸n a la hora de sumar bancas, adeptos y votos. Algunos podr谩n decir que un discurso tan corrosivo como este nos corrompe como sociedad...